En la tradición Indu, se asegura que la energía del cuerpo se genera y se regula mediante el sistema llamado Chakras. Los chakras son ruedas de energía y se encuentran ubicados en la línea central que pasa por el cuerpo, desde el chakra de la corona, en la parte superior de la cabeza, hasta el chakra base en el extremo inferior de la columna vertebral. También existen otros chakras menores distribuidos por todo el cuerpo.
Cada uno de los chakras mayores se asocia con determinados órganos, con las glándulas endocrinas, con las emociones, con las aptitudes y con los colores. La energía que se desprende de los chakras crea un aura que abandona el cuerpo físico formando campos a su alrededor. Este sistema de energía corporal constituye la base de la tradición médica tanto del yoga como del ayurveda, y es el modelo representativo que sigue tanto la meditación hindú como la de los budista.
De acuerdo con la enseñanza hindu, los hombres y mujeres, aparte de su físico poseen un cuerpo sutil o astral y otro causal. El cuerpo astral se compenetra con el físico y se extiende un poco más allá de éste. Consiste en una red de nadis conductos a través de los cuales fluye el prana o energía vital y que albergan la mente y el intelecto.
Ambos cuerpos, el físico y el astral, están unidos por un hilo que se corta cuando el cuerpo físico muere. Este cordón contiene la semilla del alma y permanece con el cuerpo astral después de la muerte.
¿Qué son los chakras?
Los chakras son siete centros de energía en el cuerpo astral que corresponden a los centros nerviosos en el cuerpo físico. Se sitúan a lo largo del nadi Sushumna, el canal central de energía en el cuerpo astral, que asciende desde el chakra inferior o Muladhara hasta el chakra superior o Sahasrara. Los chakras son los receptores y distribuidores principales de prana en el cuerpo astral. Se cree que cada uno de ellos vibra a una frecuencia particular cuando distribuye el prana por todo el cuerpo.
¿Cómo se relacionan los chakras con el cuerpo físico?
Cada uno de los chakras se asocia con determinado tipo de consciencia. Los dos centros inferiores se relacionan con las características animales de los hombres y gobiernan el estímulo para comer y beber y placer sexual. Los chakras del sol, del corazón y de la garganta son responsables de las emociones y aquellas funciones mentales que en su conjunto integran la personalidad. El chakra superior y el de las sienes están relacionados con la intuición y la iluminación.
Recientemente se ha establecido entre los chakras y la ubicación y las funciones de los plexos nerviosos mayores del cuerpo físico. Cada uno de estos últimos está relacionado con una de las glándulas endocrinas, que segregan las hormonas directamente a la corriente sanguínea. Cuando la energía se desequilibra en un chakra, se cree que afecta a la glándula correspondiente y, en consecuencia, provoca la fluctuación de los niveles hormonales lo que a su vez puede alterar la líbido de la persona, así como el ritmo cardíaco, la presión sanguínea, el contenido de azúcar en la sangre, el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo además de todo el estado anímico y el patrón del sueño. Por lo tanto, la salud física y emocional únicamente puede existir cuando todos los chakras funcionan bien.
Los chakras funcionan en conjunto y no aislados. Un chakra defectuoso provocará un bloqueo de la energía que afectará también a los seis restantes. Los hindúes creen que cualquier equilibrio físico o emocional debe corregirse de inmediato para poder mantener una óptima circulación de la energía y conservar una buena salud. Las tres formas para regular la circulación son: las asanas o posturas, el pranayama que son ejercicios de respiración y la meditación.
Involucrando los chakras en la terapia holística
Los terapeutas holísticos contemplan a los seres humanos en términos de su cuerpo, de su mente, de sus emociones y de su espíritu, y creen que todos estos componentes presentan una interacción y se afectan entre ellos, y que todos deben estar en armonía para disfrutar de un buen estado de salud y de bienestar.
Un terapeuta holístico dispone de diversas formas para medir el flujo energético de sus pacientes y para identificar los bloqueos o desequilibrios. Se puede medir la energía por su pulso o examinando los músculos en relación con el sistema energético. Incluso los sanadores detectan o incluso ven los problemas latentes en el campo energético. Un buen practicante con experiencia es capaz de detectar la debilidad o el desequilibrio en los chakras con las manos. Como alternativa, también se puede detectar con un péndulo. Todos estos métodos tienen la ventaja de prevenir enfermedades, si se aplican a tiempo.
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