Radiestesia es una palabra derivada del latín radius (rayo) y del griego áistesis (sensibilidad); entonces, el significado literal del término es sensibilidad a las radiaciones.
Esta definición supone que ya se conoce la causa del fenómeno. El termino fue acuñado por el abate Bouly, quien afirmaba:
“vivimos en medio de un océano de radiaciones no percibidas por nosotros:
Solo nos queda el ingenio para captar los efluvios invisibles que emanan de cada cosa, constituyéndonos nosotros mismos en los receptores”.
Zampa, en su obra Elementos de radiestesia, la define así:
“la radiestesia es la ciencia que, mediante la capacidad de las radiaciones que todo el cuerpo y toda sustancia emiten, nos permite descubrir cuerpos y sustancias escondidas.
Conocer sus ubicaciones, entidad, naturaleza, espacie, cualidades e influencia que ejercen los unos sobre los otros”.
Esta definición nos revela los límites de la radiestesia, pero tales límites no existen. A continuación hablaremos de radiestesia en un sentido más amplio.
Fenómenos de la Radiestesia
Quiénes quieren circunscribir los fenómenos radiestésicos solo a aquellos en los que pueden suponerse radiaciones, no tienen presente que algunas búsquedas, como las realizadas sobre mapas geográficos, fotos, búsquedas relativas al carácter de la persona, no tiene la característica de la emisión de radiaciones.
En este caso, por absurdo que parezca, debe suponerse que el radiestesista se sintoniza psíquicamente para ir al lugar buscado o donde se encuentra la persona y ¡captar las radiaciones!
Generalicemos entonces la definición diciendo que por hecho radiestésico se entiende todo los casos en los cuales una radiación, más o menos análoga a aquellas conocidas en física, alcanza al sujeto desde el objeto buscado.
Por lo tanto le provoca una reacción muscular u otra reacción fisiológica que no obedece a la voluntad de la parte consciente del operador.
Una objeción a la teoría de las radiaciones es que estas deberían disminuir intensidad cuando el radiestesista se aleja de la fuente de esas radiaciones, por tanto, muy a menudo, se desmiente en la práctica:
La distancia no influye en el resultado.
La radiestesia no responde siquiera a la conocida ley de la disminución de intensidad según las distancias.
A la luz que anteriormente tratamos de explicar, una definición más actual seria:
“La radiestesia es aquella practica adivinatoria caracterizada por la intervención de los músculos de la mano o del brazo, independientes de la voluntad de la parte consciente.
Sin embargo, esta se revela a través de un péndulo o una vara rabdomántica, que responde interrogantes formulados consciente o inconscientemente”.
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En sus orígenes, la rabdomancia nació por una necesidad contingente del ser humano: la búsqueda del agua, elemento esencial para la vida.
Jurion dice que el efecto radiestésico es una pequeña particularidad, dado que el radiestesista no es más que una persona capaz de traducir impulsos fisiológicos transmitiéndolos al péndulo.
Por tanto debe destacarse, como frecuentemente se tiene procesos de videncia durante las experiencias radiestésicas, asunto que confirma que el fenómeno es de naturaleza psicofisiológica.
Radiestesia y la practica
El radiestesista no es más que un radiorreceptor que capta las ondas emitidas por el objeto de la búsqueda y que por medio de un proceso psicofisiológico lo amplía hasta volverlo perceptible.
No debe descartarse que el mismo sea un emisor de ondas que retornarían a él, actuando como un radar.
La radiestesia, entonces, es una facultad innata en cualquier persona, y como tal es posible desarrollar con la práctica.
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La vara y el péndulo pueden comprarse con la esfera de cristal o las cartas, dado que todos se consideran simples apoyos capaces de hacer emerger en la persona las facultades paranormales.
Podemos distinguir dos tipos de conocimientos, el conocimiento racional y el conocimiento intuitivo.
En radiestesia el conocimiento intuitivo es aquel que en la práctica toma la delantera. Se basa en el inconsciente, personal o colectivo, y todo el ser debe imponer a su inconsciente revelar a si mismo las respuestas a las preguntas formuladas.
El cuerpo entero es un órgano sensorial, y muchas capacidades aparentemente sobrenaturales, con un examen más cuidadoso, resulta variables desarrolladas de una capacidad particular, con el fin de satisfacer las propias necesidades”.